Explicaba en clase el principio básico del proceso creativo, que de alguna manera puede aplicarse a cualquier “plasmación”.
Primero existe el
deseo de algo, en este caso yo deseo pintar una figura en movimiento –que
me encanta, me gusta mucho- y busco específicamente
una bailarina, una bailarina en movimiento.
La busco en revistas, libros en internet, de hecho hago una
colección de figuras que me han gustado y de ellas escojo una.
Segundo paso: la
hago mía, me la apropio y, ¿cómo le hago?... la dibujo, la dibujo, la dibujo y finalmente hago muchos
dibujos; algunos son éstos que podemos ver:
CUARTO: juego,
disfruto, sufro, dudo, me frustro, me regocijo, decido, acepto, rompo, defino,
me alegro, y finalmente concluyo… Esto que recién termine me sorprende, me gusta, estoy satisfecho (esto no quiere decir que
se la obra maestra universal y bla bla bla. Es lo que es, es lo que pude hacer
con mis medios, mi talento y mis
circunstancias, justo ahora en este
momento).
QUINTO… hago una, dos, tres, cuatro, cinco y seis bailarinas, cada una con su propia
circunstancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario