Quizá para la mayoría, el usar un iPad, no tiene nada de particular o simplemente ya no es una novedad. Es increíble, uno se acostumbra y las cosas las asume como de todos los días.
Para mí, el uso del iPad, sinceramente es de ciencia ficción; ya me acostumbré, es cierto, sin embargo, no dejo de maravillarme.
Hace un montón de tiempo (en el milenio pasado), trabajaba de chavito en el departamento de comunicaciones del banco Serfin y operaba un radio de onda corta que hacía un ruido tremebundo, al grado que si alguien entraba a la cabina, aún haciendo un gran esfuerzo, no entendía nada, si acaso algunas palabras sueltas. Al mismo tiempo, transcribía la información, sin más dificultad, en una máquina mecánica; esta información se enviaba vía mensajero a las diferentes direcciones del banco. El piso completo estaba repleto de grandes computadoras y hacia un frío de Polo Norte.
Ahora aprieto un botón, prende, toco un icono y aparece la serie de aplicaciones de dibujo que tengo; toco la pantalla y empiezo a dibujar, con pluma, lápiz, goma, regla... traigo una imagen, la modifico, la difumino, la divido, la giro (o no). Simplemente usando las herramienta más simples del iPad puedo hacer algo "aipado", que es diferente a un dibujo en papel con plumones o lápices. Es un dibujo diferente, como lo es la acuarela del óleo o el óleo de los acrílicos.
La neta, es increíble, mágico y divertido... tiene un solo "defecto": si no se sabe dibujar o pintar, es igual que un piano, hay que aprender.
Les comparto una serie de dibujos rápidos hechos en el iPad.
